Que toda tu risa, le gane ese pulso al dolor...

Que toda tu risa, le gane ese pulso al dolor...

miércoles, 19 de noviembre de 2014

yo.

Escribir, escribir y escribir, llorar, gritar, dejar la risa y la mierda en este rinconcito que casi nadie conoce. Derramar todo lo que no se debe decir, inundarte de una calma que pocas veces se queda.
Aquí suelto toda la mierda que no soy capaz de soltar. Esta es la parte que no reconoce la gente. Porque la gente solo sabe ver a la Elena feliz que nunca para de sonreír. Tampoco se molestan en saber si esas sonrisas son sinceras o si simplemente trato de tapar un poco mi dolor con ellas.
Pero mi YO amargado, triste, pesimista..desde hace tiempo está aquí. Ese YO que a poca gente dejo conocer. Porque la mitad de las personas se asustarían de cómo soy realmente. Creo que no podrían aguantar a alguien como yo.
Pero luego están esas personas que con solo mirarme saben cómo estoy, personas que aún conociendo a ese YO, siguen a mi lado...y parece que no sé valorar nada pero sí que lo hago. Puedo sentirme orgullosa de al menos tener algo que merece la pena en mi vida. Ellos.
El problema es que hay veces que me encuentro tan sola...que se me olvida todas las personas que se encuentran a mi alrededor. 

Me paso los días pensando en lo mismo una y otra vez. 
Y quiero huir. Huir de mí misma. 

Cada día se me hace todo más difícil. Que mis dudas y miedos sean los mismos que hace un año no consuela mucho. No consuela nada...
No estoy hecha para pasar de las cosas. Y cómo me gustaría. 
Cómo me gustaría ser tan fuerte como aparento ser. 

Pero ahí estoy...pasándome los días llorando como una cría. 
Hasta yo misma pensaba que era más fuerte de lo que estoy siendo.

Qué asco de inconformismo. Qué asco de todo.
Bah.

Espero poder pagarme algún día el hecho de ser tan injusta conmigo misma.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Break, broke, broken.

Tengo ganas de llorar, de decir "no puedo más", de no seguir, y, a pesar de todo, mi cuerpo se sigue moviendo, aunque sea por inercia. Ni aunque supiera parar, pararía...

No sabía que mis lágrimas eran infinitas, no sabía que mis propios pensamientos podrían darme tanto asco.
"Puedo tomar mis propias decisiones". Ya. Y qué más.

Break, broke, broken.
Y ya no sé qué más poner.
Estoy tan rota que las palabras se me perdieron en algún resquicio. Y ya no las volví a encontrar.

"Tampoco puedo protegerte. Y ojalá pudiera".
Gracias.

sábado, 1 de noviembre de 2014

"Por muchos otoños juntos".





Gracias. Gracias por enseñarme tanto.
El mundo es un poco menos malo porque existes.
Felices diecisiete otoños, pequeño.
Te quiero.