Que toda tu risa, le gane ese pulso al dolor...

Que toda tu risa, le gane ese pulso al dolor...

martes, 28 de octubre de 2014

Pura mierda.

Me siento como si fuera un globo. Un globo que siempre está a punto de explotar porque tiene demasiado aire en su interior. De esos que sabes que, si lo tocas, puede reventar. O no.
Me siento como si fuera un globo. Y el aire de ese globo es como si fueran todas esas miles y aparentemente pequeñas cosas que poco a poco, han ido llenando ese globo. Se han ido acumulando hasta hacerlo más y más grande.

Y no sé cómo hacerlo explotar. No sé si desinflarlo poco a poco o reventarlo sin más. No sé qué hacer para dejar de sentirme tan frágil e indefensa como ese globo. Quiero dejar de sentir que voy a explotar en cualquier momento.
Supongo que para dejar de sentir que voy a explotar en cualquier momento tengo que controlar mis sentimientos. Controlar mis sentimientos para dejar de sentirme mal por cada cosa que hago. POR CADA COSA.

Simplemente a veces quisiera no sentir. Ser de piedra. 

Quiero dejar de pensar en cada paso que doy y que voy a dar. Quiero dejar de odiarme tanto a mí misma. Ese odio hacia mí misma que duele tanto. Que duele, pero no sé cómo hacer que desaparezca. A veces lo intento, intento que desaparezca, intento quererme un poco más, pero luego vuelvo al punto de partida y mis ganas de volver a intentarlo se van a la mierda.

Cansada. De mí. De todo.

No sé qué hacer con respecto a nada. Estoy tan perdida en todos los aspectos de mi vida que hasta asusta. 
Y nadie va a salvarme. Porque tengo que salvarme yo.

Me limito a perder mi tiempo escribiendo pura mierda por el simple placer de escribir pura mierda. 
Y desahogarse.

Qué tonta. Ya.

Al final siempre soy yo quien se rompe. 

miércoles, 22 de octubre de 2014

Dieciocho.

"Wendy siempre será una niña, pero en el cuerpo de una gran persona.Nunca dejes que te saquen de Nunca Jamás, que nadie te quite tus  sueños".


                                     

martes, 14 de octubre de 2014

Me moriré de ganas de decirte.

Sola (me siento) y grande es la casa sin ti.

Ya no habrá ventanas ni puertas abiertas cuando hace frío,
ni llamadas a las tres de la mañana para que abra la puerta porque no tienes llaves.

Ya no habrá música (casi) veinticuatro horas del día,
ni nadie con quien escuchar música (casi) veinticuatro horas,
ni sudaderas que quitarte cuando no sé qué ponerme.
Porque ninguna me quita tanto el frío como cualquiera que pueda coger a escondidas de tu armario.

Ya no me enfadarás y a los diez minutos volverás a hacerme reír,
no habrá nadie en la habitación de al lado, a quien siempre acudir aunque sea para no hacer nada.
Ni podrás alegrarme el día sin ni siquiera saber que estaba siendo un mal día.

Ya no habrá nadie a quien mime mamá.
Ya no voy a ver a Nala tumbada cada mañana en la puerta de tu habitación, esperando poder entrar para dormir contigo. Incluso Amy echará de menor tener alguien que le haga enfadar.
Y yo también echaré de menos enfadarme. Qué cosas.

Ya no habrá nada de lo que hay ahora. Ya no vas a estar.
Todo cambia y me duele saber que no hay nada que pueda hacer.

Solo me queda acostumbrarme, Aunque el vacío se apodere de mí.

Me moriré de ganas de decirte que te voy a echar de menos....