Me ha costado pero, he entendido que llorar no soluciona nada. Por muy larga que sea la tormenta siempre volverá a aparecer el sol entre las nubes, dicen.
Sonreír. Por todos aquellos que nos quieren, por esa gente que realmente merece la pena, porque todo el mundo nos hará daño de alguna forma o de otra en esta vida, incluso tu mejor amigo, pero la cuestión es saber por quién vale la pena sufrir.
Quizás aún no he acabado comprendiendo del todo quién vale o no la pena. Pero, sí he comprendido, como bien dice la película "La gran vida", que vivir la vida no es pasar las paginas de un calendario, sino entender, que cada día, cada momento, es único e irrepetible. Y que la vida es caer y levantarse, y volverse a caer y volver a levantarte, la vida es alegrarte los viernes y joderte los lunes, la vida es abrazar a quien te abrace y a quien no te abrace, pues no le abrazas y punto, no pasa nada.
Por eso hoy quiero sonreír. Porque siento que aunque tenga mil motivos para llorar, también tengo motivos que deshacen esos mil.